¿Qué es el PRP?
La sangre tiene cuatro componentes principales: glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma. Las plaquetas son células sanguíneas diminutas que se encargan principalmente de la coagulación de la sangre; transportan más de 1.500 proteínas encargadas de estimular la proliferación de nuevas células y colágeno (uno de los principales componentes del cartílago) y suprimir la inflamación y la muerte celular. El plasma es el líquido que transporta todas las demás células sanguíneas. Las inyecciones de PRP tienen como objetivo administrar una gran cantidad de plaquetas a los tejidos lesionados con la esperanza de que puedan ayudar a que una lesión sane mejor y más rápido.
Las plaquetas juegan un papel fundamental en la cicatrización porque son una fuente natural de factores de crecimiento (proteínas), que se almacenan en pequeñas bolsas dentro de las plaquetas llamadas gránulos α. Los factores de crecimiento están involucrados en las etapas importantes de los procesos de curación y regeneración de tejidos. Le dicen a su cuerpo que envíe las proteínas necesarias para la regeneración.
¿Cómo se hace el PRP?
Las inyecciones de PRP están hechas de su propia sangre, que se recolecta y luego se centrifuga a diferentes velocidades hasta que se separa en capas. Los diferentes tipos de glóbulos tienen diferentes pesos. Si la sangre se trata para evitar la coagulación y se deja reposar en un recipiente, los glóbulos rojos, que pesan más que los demás componentes, se depositarán en el fondo; el plasma (líquido) permanecerá encima; y los glóbulos blancos y las plaquetas permanecerán suspendidos entre el plasma y los glóbulos rojos.
Para acelerar y refinar este proceso, normalmente se usa una máquina de PRP para centrifugar la sangre. Esto se lleva a cabo para excluir los glóbulos rojos de la solución de inyección, ya que son perjudiciales para las articulaciones. Además, investigaciones recientes han encontrado que demasiados glóbulos blancos también son desventajosos para la articulación porque causan más inflamación. Por lo tanto, las plaquetas y el plasma (que también tiene numerosos factores de crecimiento) constituyen las partes más beneficiosas de la sangre cuando se trata una articulación. Todo el proceso de centrifugado dura aproximadamente doce minutos y produce una concentración de plaquetas de tres a cinco veces mayor que la del plasma original.
¿Cuáles son los resultados después de una inyección de PRP?
El PRP ha demostrado en múltiples ensayos clínicos que es más efectivo que el placebo, los esteroides y las inyecciones de gel para el tratamiento de los síntomas de osteoartritis de leves a moderados. Al igual que con otras inyecciones biológicas, múltiples estudios han concluido que se pueden lograr mejores resultados en la osteoartritis temprana que en la avanzada. En comparación con las inyecciones de corticosteroides para la osteoartritis avanzada, la magnitud de las mejoras tiende a ser mayor en el grupo de PRP.
¿Cuándo se puede utilizar el PRP?
El PRP puede utilizarse en inyecciones aisladas en la articulación comprometida para tratamiento de epicondilitis (codo de tenista), epitrocleítis (codo de golfista), patologia del manguito rotador, tendinitis de muñeca o durante una cirugía de reconstrucción ligamentaria para aumentar la probabilidad de cicatrización del ligamento comprometido. En el mismo momento de la cirugía se realiza el centrifugado de la sangre para la obtención del PRP y se inyecta sobre la reparación o la reconstrucción ligamentaria. También se utiliza en tratamiento quirúrgico de pseudoartrosis (cuando una fractura no pega o consolida) para aumentar la probabilidad de curación del hueso.
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